
Segura de la Sierra (Jaén). Abril de 1985 (todavía no existía el parque natural). Primera promoción de Monitores Ambientales de Andalucía. No están todos los que éramos, pero éramos todos los que estábamos… ¿Quién es quién? ¿Os reconocéis?
A comienzos de 1984, hace justamente treinta años, en Andalucía sólo gozaban de protección dos espacios naturales: Doñana y el Torcal de Antequera. Juntos sumaban algo más de 73.000 hectáreas, lo que apenas suponía el 0,6 % del territorio regional. En un par de años, y en un proceso inédito en el resto del país, la cifra se disparó (a pesar de las muchísimas resistencias que hubo que vencer). El milagro fué posible gracias a la valiente estrategia de conservación que puso en marcha la Agencia de Medio Ambiente (AMA), en la que tuve el privilegio de trabajar, como Jefe de Prensa (entonces no existían los dircom ni los community manager), entre 1985 y 1989. Lo hicimos porque no sabíamos que era imposible (parafraseando a Cocteau), y a pesar de nuestro inocente atrevimiento nos sacaron a pedrada limpia (y esto no es una metáfora) de más de un pueblo.
Hoy, treinta años después, en el catálogo andaluz de espacios naturales protegidos se anotan 165 enclaves que ocupan alrededor de 2.800.000 hectáreas, el equivalente a algo más del 32 % del territorio regional. ¿Conocéis un caso parecido en algún otra región de Europa –islas aparte–?
Esta es la obra de un numerosísimo grupo de personas, desde los ecologistas que cimentaron las bases del respaldo social a este tipo de iniciativas hasta los agentes de medio ambiente que todos los días trabajan para conservar estos territorios únicos, pasando por los científicos, los vecinos de los municipios que aportan territorio a este catálogo, los periodistas, los técnicos, los escolares que han hecho suyo este patrimonio, los políticos (algunos hay que se ha dejado el pellejo en este empeño, doy fe)… Pero si tenemos que ponerle nombre a la aventura, al compromiso y al atrevimiento, permitidme que recuerde a aquel grupo de pioneros con el que tuve el privilegio de trabajar y que treinta años después siguen siendo mis amigos: Tomás Azcárate, Isabel Mateos, Mariluz Márquez, Charo Pintos, Fernando Molina, José Antonio Torres, Rafael Arenas, Juan Clavero, Manolo Rendón, Reyes Vila, Benito de la Morena, Antonio Camoyán, Diego de la Rosa, Manolo Colón, Hermelindo Castro … En la primitiva calle Laraña no estábamos muchos más, y si me olvido de algun@, que me perdone y se de por incluid@, de oficio, en la nómina de los pioneros.
P.D.: Una cierta generación de progres patrios siempre ha presumido de su participación en las movilizaciones del mayo del 68 francés, de manera que, como señaló un notable filósofo, si todos los que juran haber estado en aquel entonces lanzando adoquines en el Barrio Latino no mintieran, España habría estado desierta durante aquella gloriosa primavera… Pues algo parecido ocurre con esta pequeña historia a propósito de la conservación de la naturaleza en Andalucía: a algunos de esos que hoy presumen de su compromiso en aquellos días, de su participación en aquella aventura de mediados de los ochenta, yo no los ví nunca metidos en faena. Los hubo que (sencillamente) no estaban, otros llegaron tarde, también hay que señalar a los conversos de ultimísima hora y a los clásicos oportunistas, pero los más, de esos que hoy tanto presumen, ni se enteraron de lo que entonces se estaba cociendo.
Querido amigo, no te olvides de incluir entre los «pineros» a tus compañeros de provincias. ¡Que época tan emocionante!. Un abrazo
Ya hay uno más en la lista 😉 El post está vivo. Gracias por la indicación y perdón por el despiste. Seguimos sumando. Un abrazo, amigo y pionero…
Desde SEO promovimos la creación de la reserva de Las Amoladeras que quedó luego incluida en el P. N., y de otra pequeña reserva en El Ejido. Creo también que podemos presumir de haber forzado la declaración de Refugio de Caza de las islas Chafarinas y su posterior protección legal. Por otro lado, los esfuerzos por definir y conseguir la aprobación por parte de Bruselas y del gobierno español de la relación de IBAs, debió suponer un importante apoyo para la designación de espacios protegidos, Recuerdo de mi época de Director de SEO las negociaciones con toda aquella generación de la AMA, Tomás, Charo, etc. Un abrazo y mi enhorabuena a todos.
Fueron años apasionantes y la relación entre la AMA, a pesar de las diferencias de criterio que podían existir en algunos casos, y las asociaciones conservacionistas era muy fluida. Había complicidad y sintonía en muchas ocasiones. La SEO puede presumir de mucho, yo recuerdo especialmente (aunque fue algo después de aquellos años fundacionales) el trabajo magnífico (que no fue del todo entendido en su momento) que hizo la SEO sobre el impacto de los parques eólicos en las aves, un trabajo pionero con el que después se ha podido poner un poco de sensatez en el asunto. Un abrazo Juan.
¡Coño! yo fui profe de ese curso Emoticón smile Ahí veo a Salvador Arjona, Patxi Serveto (co-profes del curso), Mi hijo Gorka y su madre Franca Jordá Catalá.
Pioneros. Suena bien.
Buenos tiempos aquéllos…
Me localizo en la foto gracias a Domingo Mariscal. Algunas cosas hemos hecho en el Campo de Gibraltar a partir de entonces, siempre cerca del Instituto de Estudios Campogibraltareños.
Saludos, Jorge.
Sí, Ángel, ya te localicé hace poco, y también a María José, además de varios amigos, socios y colegas de la educación ambiental e interpretación.
Abrazos.
Jorge
[…] maestras de aquella pequeña revolución ambiental que, en Andalucía, vino de la mano de la recién creada Agencia de Medio Ambiente (AMA). La revista, que puse en marcha en el invierno de 1986, era el escaparate de un organismo que […]